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Como da testimonio la actividad de muchos profesores, fue en Viena donde la tradición romántica de la música para piano fue muy fecunda. El ejemplo perfecto es Carl Czerny, formado como joven músico por el compositor e intérprete más grande de la época, Ludwig van Beethoven. Documentó meticulosamente el arte pianístico de Beethoven y transmitió sus conocimientos como profesor de piano. Desde Carl Czerny se pueden describir relaciones directas hasta el siglo XX. Mi profesor Peter Efler, vienés orgulloso y estudiante de aquel profesor que fue probablemente el más fecundo de su generación, Bruno Seidlhofer – también profesor de Friedrich Gulda y de Alfred Brendel – enseñó la Wiener Schule en la Academia de Música de Basilea. Creó la relación pianística con la gran tradición de piano de Viena, estos ejes artísticos y esenciales que, desde sus principios alrededor del año 1800, sirvieron como centro de gravedad.

Otra línea de la Wiener Schule conduce a mi profesor en Lucerna, a Hubert Harry. Los intérpretes más importantes de la época romántica vivieron durante cierto tiempo en la metrópoli del Danubio. Franz Liszt, estudiante de Carl Czerny, reafirmó su talento de pianista audaz e innovador. Transmitió esta actitud a la mayoría de sus alumnos. Subjetividad y generosidad en la representación, y uso de los brazos y de los hombros en lugar del único movimiento de los dedos condujeron a nuevas posibilidades en la expresión musical, y también a la virtuosidad con la que el pianista se pone visiblemente en escena. Un ejemplo muy destacado es sin duda Martin Krause, un estudiante distinguido de Franz Liszt, más tarde pedagogo de piano y escritor musical, profesor en el Stern'schem Konservatorium de Berlín y fundador de la asociación Franz Liszt en Leipzig. El pianista Edwin Fischer, nacido en Basilea en 1886, famoso por sus interpretaciones de Bach y de Beethoven, se hizo estudiante de Martin Krause, como también de Wilhelm Furtwängler. Después de la destrucción de su casa en Berlín en 1942, se estableció en Hertenstein, al lado de Weggis a orillas del lago de Lucerna en Suiza. Dio cursos de interpretación en el Conservatorio de Lucerna, en los que participó el pianista y gran pedagogo inglés Hubert Harry. Venido a Suiza en 1946, Hubert Harry asistió a clases de piano con Dinu Lipatti en Ginebra, hasta la enfermedad grave y la muerte prematura de ese genio inolvidable que era Dinu Lipatti. El primer recital de Dinu Lipatti en Lucerna fue un momento decisivo en la vida de Hubert Harry. Declaró en una entrevista: “When I heard him I wanted to stop. I had never heard anything like that before.” Hubert Harry desarrolló y enseñó una técnica pianística que he adoptado y que se basa en las leyes naturales de la gravitación. El resultado de esta técnica es un sonido redondo y cantado, pero nunca duro. En el centro de atención del pianista está el sonido con sus timbres, el tono importante para la armonía, y el arte de frasear para dibujar bien la melodía. Hubert Harry amaba la belleza y además enseñaba a amarla, también en tiempos en los que eso no era habitual.
L.v. Beethoven – C. Czerny – F. Liszt – M. Krause – E. Fischer – H. Harry – yo – y usted?

Bibliografía:
http://www.musiklexikon.ac.at/ml
Harry, Heidi (Hg.): Hubert Harry, Pianist. Luzern 2013.